Cyclamen persicum Mill.
PrimulaceaeEl género Cyclamen cuenta con algo más de una veintena de especies, prácticamente todas de origen circunmediterráneo (Cyclamen somalense, de Somalia, aparece fuera de este ámbito). El nombre del género deriva del griego χύχλος, 'círculo', y que autores como Plinio el Viejo o Dioscórides ya latinizaron como Cyclamen o nombres similares. La especie más extendida en jardinería es el Cyclamen persicum que, curiosamente, no procede de Irán, sino del oeste de Asia Menor (de Jordania hasta Turquía).
Los ciclamenes son pequeñas plantas vivaces de raíz bulbosa, con vistosas y olorosas flores, muy populares como flores de temporada en meses invernales. En realidad la misma planta pervive varios años, quedando en estado durmiente (bulbo subterráneo) durante la estación seca y cálida, para rebrotar nuevamente con las lluvias de otoño.
Aunque su uso ornamental es relativamente moderno, se cree que ya los monjes de islas como Creta, Rodas o los montes Karpatos las utilizaban como plantas ornamentales en monasterios y cementerios. Estas flores no llegan a España hasta los años 40 de manos del jardinero austríaco Rudolf Klobuznik, que generó diversas variedades en Madrid.
Como sucede con muchas ornamentales, existen múltiples variedades, híbridos y cultivares. El Cyclamen persicum tiene flores delgadas de un color que varía del blanco puro al rosa, normalmente más oscuro en la base, y de floración tardía, en primavera, pero se otras variedades han logrado colores diferentes (rojo, naranja) y floraciones mucho más extensas o tempranas, o con hojas matizadas o moteadas.
Actualmente es probablemente una de las flores de invierno más populares, que tolera bien en frío y la escasez de luz e incluso florece mejor si tiene poco espacio para desarrollarse.