Aesculus hippocastanum L.
HippocastanaceaeSegún Dioscórides, los turcos suministraban los frutos del Castaño de Indias a sus caballos viejos con objeto de calmarles la tos y aliviarles el asma. De alguna manera, la etimología del nombre científico hace referencia a esta leyenda: hippos, “el caballo”, y castanea, derivado del griego “la castaña”. Literalmente por tanto, “castaña de caballo”. Es un árbol de gran porte que procede del Cáucaso y la región indoirania, los territorios por los que transitaron precisamente los turcos antes de instalarse en la península de Anatolia, la Turquía actual. Sus frutos, la castaña de Indias, puede que sean comestibles para los caballos, no así para los humanos. No obstante, su parecido con las bellotas de roble explican el nombre genérico aesculus, nombre latino del roble, y así lo hizo notar Plinio el Viejo en su Historia natural (siglo I d. C.) con la afirmación de que es uno de los árboles que producen bellotas. La enciclopédica descripción del mundo, de sus pueblos y costumbres, pero también de sus animales y plantas, que hace Plinio está basada en múltiples fuentes escritas y variopintos testimonios orales antes que en comprobaciones realizadas desde la propia experiencia. Este visión del planeta que hace el erudito romano será creída y se mantendrá en gran parte incuestionada en Europa hasta prácticamente el descubrimiento del llamado Nuevo Mundo. En este episodio clave de la historia mundial de redefinición del planeta, Sevilla jugará un papel preponderante.