Junto a otras variedades el bambú negro puede considerarse como una de las especies esenciales para la supervivencia del oso panda, actualmente en peligro de extinción. Por otra parte el bambú, una de las plantas con crecimiento más rápido del planeta, también es valorado como uno de los recursos esenciales para las antiguas sociedades orientales, debido a sus propiedades alimenticias o constructivas. De hecho, no son pocas las culturas asiáticas que creen que la humanidad emergió de un tallo de bambú. En la cultura china, junto a la flor del ciruelo, la orquídea y el crisantemo, se conocen como los Cuatro Caballeros y representan las cuatro estaciones del año. Por otra parte, junto al pino y a la flor del ciruelo también son admirados por su perseverancia en condiciones muy duras y por ello se les conoce como los “Tres amigos del Invierno”. Los bambúes, procedentes de Asia fueron introducidos en Europa a principios del año 1800, y su uso en jardines como planta exótica de gran belleza no tardó en llegar. Precisamente el Phyllostachys nigra, debido a la coloración negra de su tallo, profunda como el ébano, es una de las más utilizadas.